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A los hijos de mis hijos

  • Foto del escritor: Franco Medina
    Franco Medina
  • 22 dic 2022
  • 3 Min. de lectura



Vení nieto te voy a contar algo.


Te vi mirando los goles de Argentina y las atajadas del Dibu con el aparato ese que tenés de realidad virtual, aumentada o no se como se llaman esas tecnologías que usan ahora. Yo hacía lo mismo a tu edad pero en Youtube y con el mundial del 86 y 78. No sabés lo hermoso que es ver campeón del mundo a Argentina ¡Lo que fue el mundial de Qatar! ¡Lo que jugó Messi, mamita querida!


Como pasa el tiempo, me acuerdo que en un momento Leo dijo que iba a ser su último mundial y se me cruzaron todos los sentimientos. Me agarró nostalgia por lo rápido que pasó el tiempo y porque todavía no conseguía lo que él más quería, pero también estaba con fe porque presentía que ese iba a ser su mundial. Esto era como un sentimiento implícito que teníamos muchos, pero al mismo tiempo nadie se animaba a decirlo, estábamos cagados en las patas porque el fútbol muchas veces se encarga de demostrarte que no siempre gana el mejor, y teníamos miedo que justo lo haga con Messi.


Por suerte no fue así. Lo que sufrimos, gozamos, gritamos y lloramos durante todo el mundial, encima a veces nos pasaba todo eso en un mismo partido. Messi estaba imparable, ahí ya tenía 35 años pero jugaba como si fuera un nene en la canchita de su barrio, así como juegan ustedes acá. Encima parecía que agarró un Messi de cada año y los juntó a todos para ese mundial, gambeteaba, defendía, asistía, desafiaba a los rivales, hacía goles. El tipo tenía esa copa entre ceja y ceja, y se le notaba en el reflejo de los ojos. ¡Una cosa de locos! Todo el equipo estaba igual, pero como ya te dije varias veces, él fue, es y será Dios.


¡No sabes cómo jugaron la final estos muchachos! A los 36 minutos del primer tiempo ganabamos 2 a 0, el segundo un terrible gol de contra de Angelito Di Maria, fueron 70 minutos increíbles, paredes, gambetas, caños, goles, hasta ahora no vi una final igual. Lo bien que la pasábamos, hasta que en dos minutos nos empató Francia, ¡No puede ser, por qué mierda me gusta el fútbol! pensé. Estoy seguro que en ese momento varios perdimos años de vida. Encima, después del segundo de ellos, Messi se estaba por arrodillar como rendido, pero en un mismo movimiento y sin tocar el césped se vuelve a levantar. El tipo no se rindió y así lo demostró.


Y el Dibu lo que atajó en la última? La viste a esa? Pff, estaba totalmente loco, bah! Sigue estando, te hacía dar miedo hasta viéndolo por la tele. Sacó una pelota impresionante, no sabés todas las cosas que se me pasaron por la cabeza desde que pateó el francés, hasta que el Dibu la atajó. Él es el responsable de que yo todavía siga mirando fútbol.


Después en los penales cuando pateó su penal Montiel y salimos campeones explotó todo, fue impresionante. Mirá, me acuerdo y se me pone la piel de pollo. La cara de Messi y Di Maria era un sueño, de felicidad por cumplir sus sueños y de desahogo por todo lo que sufrieron en el camino. Era la misma cara que les vi a mis amigos en ese momento y que, creo, tuvieron todos los argentinos.


Gritos, abrazos, llantos de alegría, ¡Somos campeones! ¡Vamos carajo! ¡Te amo Messi! Todo eso se escuchaba mientras corríamos por todos lados, no había nada más en nuestra corazón que felicidad. Hasta que vimos a Messi con la copa, levantó los brazos tan alto que, te juro, lo vimos tocar el cielo con las manos. Se santificó, ahí la felicidad fue el doble.


Argentina era una fiesta, en todas las plazas del país, en todos los barrios la gente saltaba y bailaba de alegría, hasta trepaban todo lo que tenían a su alcance, ahí sentí que todo lo que me había imaginado mirando videos de mundiales anteriores era muy poco comparado con lo que veía. ¡Más de 5 millones de personas fueron a recibir al equipo! ¿Sabés lo que era eso? Increíble. Los jugadores fueron héroes, sobre todo de los más chiquitos, ¿Por qué pensas que ahora hay tantos lioneles, julianes o ángeles? Fue algo mágico que no creo lo vuelva a ver.


Ojalá pronto puedas disfrutar de ver a Argentina ganar un mundial nieto querido. Yo no tuve la posibilidad de hacerlo con mi abuelo, pero mi sueño es que vos puedas hacerlo conmigo.



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